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Cada año intento celebrar mi cumpleaños con una aventura de viaje y este año no podía ser menos, organicé uno de esos viajes épicos e inolvidables.

Quien me conoce sabe que en 2019 emprendí un viaje de esos que te cambian la vida, me fui de mochilera por Asia, pero de este tema hablaré más adelante, el caso es que durante mi travesía por Tailandia e Indonesia conseguí certificarme como buceadora a nivel avanzado.

Que la palabra “avanzado” no te confunda, llegar a un nivel aceptable cuesta y en mi caso, no soy deportista en general, ni vivo cerca del mar (al menos de uno donde pueda meterme al agua sin sufrir hipotermia), etc., vamos… quiero decir que cada inmersión es una aventura a nivel físico y a nivel mental.

Pues bien, a travel de LiveAboard reservé un safari de buceo en el mar rojo de 4 días con salida y retorno desde Sharm el Sheikh.

Aterricé en Sharm el Sheikh a las 10pm, tenía un taxi reservado que me esperaba en el aeropuerto, una vez en el hotel que tenía reservado a través de booking.com (plataforma que tras más de 20 años no volveré a usar porque al llegar al hotel, me encontré con la sorpresa de que mi reserva no estaba confirmada y tuve que sacar de debajo de la manga otro hotel, otro taxi y un disgusto de los buenos porque resulta que el centro de atención al cliente de booking.com era pésimo y se tomarón 2 horas para decirme lo evidente: mi reserva había tenido algún problema, allí me ves caminando a media noche por las calles de Sharm en búsqueda de un taxi para llegar a mi nuevo hotel.

A la mañana siguiente y tras un desayuno aceptable en el hotel, me fui a hacer una sesión de entrenamiento de refresco a un centro de buceo en Shark Bay, la verdad es que Sharm me sorprendió de forma positiva, una ciudad moderna, bastante limpia y segura y con claro desarrollo en ciernes.

Tras un pequeño repaso de conocimiento de buceo a nivel teórico y dos inmersiones, llegó la hora de recorrer un poco Naama Bay, no voy a mentir, me parece muy mal que los hoteles y resorts tengan derecho a playas exclusivas, para personas que queremos descrubir el entorno esto significa que cada pocos metros te pidan que demuestres que eres cliente del hotel o resort y si no lo eres, no te permiten continuar por la orilla y debes ir a dar una vuelta inmensa.

Sharm Sharks (gentileza de Derek)

Ya por la tarde me tocaba comenzar la aventura de verdad, mi safari incluía traslado desde el hotel hasta el puerto de embarque, fui la primera en ser recogida, posteriormente nos fuimos a recoger al segundo pasajero en embarcar, su nombre es Philipp, un señor de 73 años encantador y que vive desde su tierna infancia en Londres, vaya que el mundo es pequeño, casi vecino mío antes de mudarme a las afueras de Londres.

Las siguientes dos personas en ser recogidas para el traslado fueron Anais y Alice, dos parisinas que trabajan en una empresa enorme en París y tienen más días de vacaciones de los que la imaginación pueda hacer uso.

Ya de camino al puerto de Wataneya donde embarcaríamos, tuvimos la posibilidad de conocernos un poco más, los clichés aplicaban bastante bien: el inglés muy educado, las parisinas muy suyas y absortas en sus propias conversaciones y la boliviana con curiosidad por todo y todos.

Al llegar al puerto nos recibieron algunos de los tripulantes y uno de los guías (Tarek), llegamos al barco que resultó ser más grande del que habíamos reservado (reservamos uno de 12 pasajeros y nos cambiaron a uno de 22 por nuevas regulaciones, el barco más pequeño no había pasado la nueva legislación en relación a entrada permitida al Parque Nacional Ras Muhammad.

Allí conocimos al resto de la tripulación (9 personas más los dos guías, el otro guía era Steve – la verdad es que no supe su nombre real, prefería hacerse llamar Steve) además de los otros tres pasajeros que formaban parte del mismo grupo: Derek (un ciudadano del mundo, nacido en Hong Kong, criado en Estados Unidos y con nacionalidad estadounidense y británica que actualmente reside en California y viaja muchísimo, además de Nguyen y Thia (nada más verlos pensé que eran marido y mujer, sin embargo eran padre e hija, qué aventura más extraordinaria ir con tu padre a un safari de buceo al Mar Rojo!) y junto con Derek y Philipp fueron mis personas favoritas del viaje.

Creamos un vínculo muy cercano, cada uno de ellos aportaba tantísimo en el día a día, desayunabamos, comiamos y cenabamos juntos, muchas risas y cordialidad, sin contar la botella de vino que Philipp y yo nos bajamos durante una cena.

Qué suerte tuve con un grupo tan encantador, porque ese aspecto era el que me tenía más intrigada, al final salí ganando.

El barco súper cómodo, no era nuevo pero ofrecía todo lo que pudieramos necesitar. La tripulación compuesta de gente muy humilde, ellos estaban prestos a echarte una mano a cada momento, sus condiciones no parecían extraordinarias pero las grandes diferencias entre países en vías de desarrollo y los desarrollados se tratan de eso. La comida estupenda, servida con gusto y mucho sabor.

Las inmersiones increíbles, yo era la menos experimentada del grupo y la verdad es que en varios momentos llegué a pensar en poder ser el limitante del grupo pero nos separaron siempre en dos grupos y Tarek era mi buddy (en buceo siempre vas acompañado) por tanto cuando era necesario iba a mi lado ayudandome y vaya que necesite ayuda, las dos primeras inmersiones fueron en Thistlegorn.

Thistlegorn es un naufragio, barco británico hundido por los alemanes en 1941, dicen que uno de los mejores naufragios a nivel mundial.

Este barco es el más grande de los que tuve posibilidad de visitar en mi vida y sin duda la experiencia más brutal porque puedes entrar a muchas de las áreas y en realidad puedes hacer múltiples inmersiones y ver cada lado, área y adentrarte en su historia y entrañas. Yo con mi botella, mis 10 kilos de peso adicional y el traje de neopreno de 5mm me sentía como un elefante en una cuerda floja pero me propuse que mi falta de años de experiencia (todos mis compañeros tenían cien o más inmersiones) no fuera un impedimento.

La inmersión que llevaré en mi corazón fue la de Yolanda Reef, un arrecife precioso que era como una pecera gigante, cientos de especies diferences de peces, vimos una tortuga dormilona gigante y un tiburón estancado en una red (espero de corazón que lo hubieran soltado porque no me imagino dejarlo morir ahí atascado), atunes, bancos y bancos de peces diferentes, además de esa flora marina que siempre me encanta y sobrecoge.

Los 4 días de safari pasaron volando, sentí esa sensación que sentí al dejar el monaterio budista de Kathmandú (ya contaré esa aventura en otra entrada), es la misma sensación que tienes al terminar unas buenas vacaciones cuando estás en el colegio o cuando una aventura amorosa llega a su fin.

El resto del viaje (1.5 días más tras desembarcar) lo usé para visitar Sharm el Sheikh mercado antiguo, la mesquita (por fuera debido a que cuando pasé por allí estaban en el rezo) y descansar en la playa privada de mi hotel.

Ya como un regalo adicional, contraté un sesión en un Hammam que incluía sauna seco y baño turco, jacuzzi, exfoliación de cuerpo completo y rostro, además de un masaje de una hora.

La vuelta fue dura, el aeropuerto de Sharm un caos y tocó volver a la realidad después de un viaje de ensueño.

Que si lo recomiendo?…. TOTALMENTE

Lo bueno:

  • El Snefro Target (nuestro barco), su tripulación, la comida y cómo no, los hermosos lugares donde pudimos hacer inmersiones
  • Ver que Sharm el Sheikh es más moderno, seguro y limpio de lo que jamás imaginé
  • Encontrar gente de diferentes partes del mundo con los que es tan fácil crear una conexión
  • Recordar que viajar sola es una aventura y está en tu mano transformar la aventura en algo inolvidable

Lo menos bueno:

  • Si bien Sharm es limpio, moderno y seguro, es duro ver que los egipcios que trabajan allí viven en las afueras y muy probablemente en condiciones muy mejorables
  • Uno de los guías soltandome “piropos” que hicieron mi experiencia menos perfecta de lo que me hubiera gustado
  • Booking.com: ver que fueron incapaces de ayudarme con el problema que ellos mismos crearon al enviarme una reserva como confirmada pero que no lo estaba y que tardaran 10 días en darme una respuesta sin siquiera reembolsarme los gastos extras. Totalmente les quito mis recomendaciones, nunca más

5 comments

  1. It was an incredible adventure, congratulations 👏🏼👏🏼 I enjoyed and appreciate each of your words because I was able to travel with your experience.

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mymadventures3@gmail.com

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